¿Qué necesidades son las que intentas cubrir con tu estilo de empresa?
Con CogniVita pretendemos ofrecer 2 tipos de servicios. Por un lado ofrecemos asesoramiento y apoyo psicológico ante diferentes problemáticas desde la adolescencia media en adelante. Por otro intentamos cubrir una demanda creciente en la intervención en patologías que conllevan daño cerebral (como íctus, accidentes de tráfico u otras causas). También, y sobre todo, buscamos trabajar en la intervención con personas mayores que comienzan a sufrir diferentes tipos de deterioro cognitivo o enfermedades neurodegenerativas.
¿Porqué crees que son necesidades no cubiertas?
Voy a tratar de explicarme: en este aspecto, nuestro principal objetivo es actuar desde la prevención sobre problemática cognitiva y de la independencia diaria en personas mayores. Esto quiere decir que, ante los primeros indicios de “fallos”, podamos comenzar a actuar mientras la persona sigue siendo independiente, desarrollando su vida con normalidad. Por diferentes causas tendemos a minimizar estos problemas y, cuando ya son demasiado importantes como para que esta persona siga valiéndose por sí misma o con pequeños apoyos, son necesarios otros recursos como centros de día o residencias. Estos recursos, claro está, son necesarios, pero no son ni mucho menos según creo el primer paso a dar. Y en este punto es donde entra un recurso como el nuestro, adscrito además mediante convenio a diferentes recursos que mediante el SEPAD se pueden solicitar.
Otro aspecto importante está en las características demográficas de Extremadura, con población cada vez más envejecida y un acceso desigual a recursos sociosanitarios. Aquí vuelve a entrar con fuerza la prevención ante los primeros síntomas y la necesidad de que nuestr@s mayores estén lo mejor posible en su ambiente, el máximo tiempo que podamos, con el objetivo último de aumentar lo máximo posible la calidad de vida y el bienestar.
Existen aún muchos estigmas respecto a la tercera edad y la atención a nuestra salud mental, sumando muchas creencias erróneas sobre la tercera edad que también debemos comenzar a deshechar, sobre todo en cuanto a la competencia, a asociar sin más tercera edad con declive o a verlo como un inconveniente. En su lugar, debemos valorar las ventajas que tiene este periodo como por ejemplo la disponibilidad de tiempo, la experiencia o poder enseñar el aprendizaje de toda una vida.
Has mencionado algo sobre los estigmas asociados a la salud mental…
Nos cuesta mucho darle la atención que merece a la salud mental, y puede que en parte nos de cierto miedo parar y mirarnos, ver qué pasa.
Estamos acostumbrados a valorar el daño físico. Es un tipo de daño que se puede ver, se puede medir, y es más sencillo de cuantificar. Una pierna se rompe, nos hacemos un esguince, me duele la garganta, me he hecho una herida y necesito puntos de sutura, tienen que sacarme una muela… Pero, ¿Qué sucede con el daño emocional? ¿Qué sucede con las formas desadaptadas de pensar o de actuar? ¿Qué pasa cuando lo que nos “duele” no se puede ver ni ponerle números?
Debemos, de manera urgente, darle a nuestra salud mental la atención que merece. Debemos, también, normalizar que en ocasiones no podamos seguir “cargando la mochila”, pudiendo quitarle peso antes de que sea tan pesada que nos paralice. No pasa nada por tener ansiedad ocasional en determinados momentos, es normal a veces no tener fuerza para salir o trabajar o hacernos cargo de la casa. Cuando todo eso se hace más grande, cuando se mantiene en el tiempo, cuando cada vez más cosas nos despierten ansiedad, cuando cada vez nos cuesta más levantarnos de la cama, es cuando comienza a existir un problema. Y cuanto más se prolongan más difícil es poder hacerse cargo de ellos, buscar herramientas y poder modificar los factores que están provocando esa situación.
Igual que una pierna rota necesita cuidados, una vida quebrada necesita rehacerse. Y necesita tiempo, cuidado, diferentes formas de pensar, actuar o sentir y, sobre todo, nos necesita a nosotr@s disponible durante todo el proceso, aceptando que habrá momentos duros durante el mismo pero también siendo conscientes de que nosotr@s somos el motor de nuestro propio cambio.